Los niños también saben innovar

Se suele decir que la innovación es un cambio que introduce novedades o que supone la modificación de elementos ya existentes con el fin de mejorarlos o renovarlos. Innovación también se asocia a progreso y se entiende como la capacidad de aumentar el valor de la sociedad y de lo que ésta hace. En cuanto a la frecuencia o intensidad con la que se realizan estos procesos de innovación, se supone que sólo depende de una serie de circunstancias que afectan a cada persona, como pueden ser su condición social o económica.

Pues bien, en `La Escuela del Futuro´ hemos querido romper ese mito. El mito de que para innovar, una persona debe cumplir una serie de requisitos, a priori, muy concretos y establecidos. Por eso, este campamento nace para involucrar a los más pequeños, para animarlos a que participen en procesos de innovación; y tiene una filosofía muy clara: los niños y niñas también pueden contribuir a mejorar las cosas.

`La Escuela del Futuro´ es un campamento de verano que combina diversión, creatividad y trabajo en equipo. A través de juegos y dinámicas ideadas a partir de la metodología Design Thinking pero adaptada para niños de entre 9 y 13 años, creamos las condiciones ideales para generar un clima que permita que se conozcan y que se construyan amistades duraderas mientras ellos mismos plantean propuestas de mejora para sus entornos.

En la primera edición, el reto que se les planteó fue: ¿Cómo os gustaría que fuese La Escuela del Futuro? Así, a lo largo de una semana y mediante la tutorización y guía de expertos en la facilitación de este tipo de dinámicas, los niños realizaron varias sesiones hasta la presentación de sus soluciones.

Día 1: Identificación de retos. La primera jornada sirvió para que los niños identificaran qué desafíos encuentran en sus colegios y eligieran en los que querían trabajar durante la semana.

Día 2: Ideación. Los niños trabajaron en grupo para buscar soluciones al problema planteado.

Día 3: Prototipado. Después de elegir la solución, los niños utilizaron sus manos para crear un primer experimento de lo que sería su solución, por ejemplo, un collage, una maqueta…

Día 4: Evaluación. Los facilitadores analizaron las soluciones para ver qué tal les había salido, y entre todos se trabajó para buscar maneras de mejorar y evolucionar el proyecto.

Día 5: Comunicación y presentación. Los facilitadores dieron pautas de cómo vender una idea y luego fueron los niños los que tuvieron que presentarla delante de todos sus compañeros y del equipo de La Nave.

Por supuesto, a lo largo del campamento también hubo tiempo para la diversión. Si quieres saber qué tal se lo pasaron los protagonistas de nuestro primer campamento de verano, ¡dale al play!

 

El segundo campamento de La Escuela del Futuro estará dirigido a jóvenes de entre 9 a 13 años y tendrá lugar del 30 de julio al 3 de agosto en horario de 9:00h a 14:00h. ¡Todavía quedan algunas plazas libres!